domingo, 27 de enero de 2008

Podemos cambiar el mundo (RSE)

Una persona puede hacer mucho por su entorno, pero una organización puede hacer más.
Cientos de personas pueden impactar, pero cientos de organizaciones y empresas pueden transformar el mundo.

Debemos haber escuchado cientos de veces que cuando uno es adolescente es idealista, de adulto realista y en la vejez conformista. Dejamos la infancia y nos sumergimos en la adultez con la impresión de que la vida de los “grandes” tiene que ver solamente con la familia, el trabajo y los amigos. Y los sueños de adolescente o las historias en las que depositábamos nuestra fe, acerca de la posibilidad de cambiar el mundo y dejar nuestra huella, fueron quedando atrás.

A fines del siglo pasado tomo fuerza el concepto de Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Y entonces volvimos a pensar en “hacer la diferencia”. Bajo esta denominación, se integran todas las acciones llevadas a cabo por las empresas para producir mejoras sociales, económicas y ambientales en su área de influencia, a partir de la aceptación de su propia ciudadanía, el reconocimiento de derechos y obligaciones que van más allá de la maximización de utilidades.

El derecho civil convirtió a las empresas en personas (jurídicas). La RSE, en ciudadanas.

Este nuevo entendimiento de la capacidad de construcción que tienen las empresas en cuanto organización humana, puede contribuir a la cohesión, a la unidad y por eso es tan importante que los programas de liderazgo incluyan objetivos de responsabilidad social empresaria.

Es posible atender las obligaciones del trabajo y los compromisos con los accionistas, al mismo tiempo que construimos un mundo mejor.

No hay comentarios: